Antes de partir a sus vacaciones navideñas en Florida, el Presidente Donald Trump emitió una agresiva reforma fiscal que reduce la tasa de impuestos a empresarios de 35 a 21 por ciento, lo que busca incentivar la inversión, producción y crecimiento de su economía que, se calcula, concluirá este año en 2.3 por ciento frente al 1.5 por ciento de 2016.
En México, pese a que la tasa de ISR corporativo es de 17.4 por ciento, el nerviosismo de los operadores de mercados se reflejó en un dólar elevado a 20 pesos.
Ante el riesgo de una salida de inversión que frene la generación de empleos, producción y pegue al crecimiento mexicano estancado, el sector empresarial y economistas han llamado a la Secretaría de Hacienda a emitir una respuesta que incluya menor carga tributación a las compañías –especialmente en el ISR–, un gasto corriente efectivo y el combate a una corrupción que cuesta el 9 por ciento del PIB.
«Que los recursos vayan a donde deben ir y no a las campañas, como los desvíos de Hacienda con [César] Duarte hacia el PRI», dados a conocer recientemente, dijo el consultor financiero Abraham Vergara.
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Ciudad de México, 25 de diciembre (SinEmbargo).– Ante el nuevo diseño tributario de Estados Unidos que ofrece mejores condiciones fiscales a las empresas, sumado a un nuevo escándalo de corrupción en México, el sector empresarial y analistas han exigido a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) responder con un «eficiente» gasto corriente, «mayor certeza jurídica» para mantener la inversión en el país y menos impuestos para las empresas –particularmente en la carga del ISR–, pues la salida de compañías pegaría a la generación de empleos, producción y al crecimiento actualmente estancado en 2 por ciento anual.
El Presidente Donald Trump firmó ayer la mayor reforma fiscal de Estados Unidos desde 1986 que recorta a las empresas la tasa de impuestos de 35 a 21 por ciento, la cual quedaría entre 24 y 25 por ciento sumando los impuestos locales. La Universidad de Pennsilvanya calculó que la tasa efectiva será de 19 por ciento en 2027.
Mientras, en México, documentó el economista por la London School of Economics, Diego Castañeda, la tasa de ISR corporativo es de 30 por ciento, pero con deducciones es en promedio de 17.4 por ciento, por debajo de la media de la OCDE. La tasa de ISR para trabajadores ronda el 9 por ciento.
Por ahora, el nerviosismo en los mercados elevó el dólar hasta 20 pesos en un marco en que la tasa de inflación anual se ubica en 6.69 por ciento. Sin embargo, el director general de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), José Oriol Bosch Par, llamó a las empresas a esperar la respuesta de la Secretaría de Hacienda antes de tomar la decisión sobre trasladar su inversión a Estados Unidos. Hasta el momento, reportó, no se han registrado salidas de capital en el mercado bursátil y se mantienen flujos de inversión extranjera.
El consultor financiero Abraham Vergara destacó que Hacienda ha reaccionado «lento» considerando que ya se sabía que venía una reforma de este tipo. Aseguró que el impacto sería menor si se disminuyera la corrupción cuyo costo al país asciende a los 347 mil millones de pesos al año, equivalente al 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
«Académicos, investigadores y la sociedad civil, además del sector empresarial, hemos pedido transparencia; que los recursos vayan a donde deben ir, no a las campañas como los desvíos de Hacienda con [César] Duarte hacia el PRI. Con programas transparentes y disminuyendo la corrupción con políticas de largo plazo se pudiera tener un país que avance, pero ven un nicho de poder y beneficio hacia sus intereses en lugar de ver un beneficio a la sociedad», aseguró Vergara Contreras.
La semana pasada, el diario Reforma reveló el desvío del erario público de más de 250 millones de pesos en la época de elecciones de 2016 como parte de un plan entre el Comité Nacional del PRI con la Secretaría de Hacienda, en ese entonces dirigida por el Canciller Luis Videgaray Caso, de acuerdo con Jaime Herrera Corral, ex Secretario de Hacienda de Chihuahua durante el Gobierno de César Duarte Jáquez, quien vive en Texas pese a las órdenes de aprehensión.
De acuerdo con ese testimonio, los gobiernos de César Duarte; Javier Duarte de Ochoa, en Veracruz; y Egidio Torre Cantú, en Tamaulipas, pactaron con el entonces líder nacional del tricolor, Manlio Fabio Beltrones, triangular recursos federales para las campañas priistas.
Por ahora, el ex Secretario Ejecutivo del PRI, Alejandro Gutiérrez, está preso bajo investigación por presunto desvío de 250 millones de pesos del erario público de Chihuahua. «Yo le tengo afecto [a Gutiérrez] en lo personal, lo conozco y espero que se aclare todo a satisfacción», declaró el jueves el precandidato priista a la presidencia, José Antonio Meade Kuribreña. “Que no quepa la menor duda que en esta campaña no va a haber absolutamente un peso que no tenga un origen lícito», prometió.
El economista por la London School of Economics, Diego Castañeda, afirmó que la inversión tanto pública como privada en México ha estado estancada en los últimos años. Los datos de Hacienda revelan que de enero a octubre la inversión pública cayó -24.6 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, un derrape similar al registrado en 1995.
Además de la percepción y casos de corrupción, expuso, los bajos flujos de inversión también se deben a la complejidad en el ambiente de negocios mexicano por la existencia de monopolios en casi todos los sectores y la falta de infraestructura.
¿BAJAR EL ISR?
El Consejo Coordinador Empresarial (CEE) y sus organizaciones afiliadas se encuentran dialogando con la Secretaría de Hacienda para analizar las mejores alternativas ante la competencia por una reducción de tasa tributaria en Estados Unidos. El sector privado considera necesaria una política que promueva el crecimiento y la reinversión de las empresas a través de una mayor eficiencia en el gasto corriente en lugar de recurrir a más deuda, mayor certeza jurídica y más participación en la contribución fiscal, «analizando impuestos al consumo e impuestos regionales».
Además, el CCE y el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) han pedido reducir paulatinamente el Impuesto Sobre la Renta (ISR) corporativo. Pero Hacienda lo ha descartado porque no hay margen para aumentar la deuda pública, la cual se espera que cierre en 46.7 por ciento del PIB considerando el remanente del Banco de México (Banxico), nivel mayor a como comenzó el sexenio.
El recorte de impuestos en Estados Unidos generará 1.5 billones de dólares más a la deuda pública estadounidense en los próximos diez años, que actualmente supera los 20 billones de dólares, de acuerdo con la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO). Trump considera que se equilibrará con el impulso generado en la economía estadounidense, la cual creció a una tasa anual de 3.2 por ciento entre julio y septiembre, la mejor cifra para trimestres consecutivos en tres años.
Se calcula que en todo 2017 la economía norteamericana alcanzará un crecimiento de 2.3 por ciento, un pronunciado aumento con respecto al 1.5 por ciento de 2016. Mark Zandi, economista de Moody’s Analytics, prevé un crecimiento de 2.9 por ciento para 2018, pues los recortes de impuestos según él añadirán 0.4 puntos porcentuales al PIB del próximo año.
«Es una Ley para crear empleos. Las empresas se van a volver literalmente locas», afirmó Trump en la Casa Blanca antes de iniciar sus vacaciones de Navidad en Florida.
El diario británico Financial Times, en un texto firmado por Ed Crooks, expuso que «es probable que las industrias sean las más beneficiadas en relación con el tamaño total de sus pagos de impuestos, incluidas la minería y los servicios de alojamiento y de alimentación». Aunque los recortes a los impuestos estimulan un aumento en el gasto de capital y subirían las esperanzas de que sea posible ese tipo de mejora estructural en las tasas de crecimiento. «existe un escepticismo generalizado entre los analistas sobre si los consejos de administración decidirán gastar sus ganancias fiscales de esa manera», agregó.
Por el contrario, en México los inversionistas de Inversión Extranjera Directa, que genera empleo y productividad, se pueden ir a Estados Unidos por ser más atractivo con la disminución del ISR y el aumento a la tasa de interés en proceso, y eso puede ocasionar pérdida de generación de empleo, «así como seguir sumiéndonos en este estancamiento económico que hemos visto durante este sexenio», explicó el académico de la Universidad Iberoamericana, Abraham Vergara.
Desde otra perspectiva, considerando que el ISR corporativo en México es de 17.4 por ciento frente al 21 por ciento estadounidense, el economista por la London School of Economics, Diego Castañeda, dijo que pese a la reforma fiscal de Trump, nuestro país seguirá cobrando menos impuestos a empresarios que en Estados Unidos, por lo que consideró «temor o un interés» el pedir tasas de ISR corporativo más bajas.
Además, enfatizó que esta petición choca con «la debilidad fiscal» generada en el país dado que los ingresos públicos no son proporcionales al compromiso de las pensiones por lo que recortar el ISR implicaría un recorte al gasto o aumentar el IVA a alimentos o medicinas, algo que, prevé, golpearía a las personas en pobreza e incluso aumentaría esos 53 millones existentes. Aunque, en línea con el sector privado, Castañeda expuso que también se podría recurrir a los impuestos locales como el predial o a la propiedad.
«México necesita pasar a un esquema que le permita una mayor recaudación y por lo tanto un nivel de gasto más sostenible para darle prioridad a los problemas a futuro, como las pensiones», determinó Castañeda.
Pese a ello, el académico Abraham Vergara expuso que la Secretaría de Hacienda tiene poco margen de acción, por lo que podría ceder a bajar el ISR sobre todo en un contexto electoral.